El rap, expresión musical que se originó a finales de los años 70´s en los barrios marginales de New York, se expandió en el mundo por la naturalidad de su esencia en la creación: el verso. Es un insumo lingüístico que guarda la memoria de la cotidianidad en relación con su entorno social, por eso denuncia abusos y confronta al establecimiento.
Desde sus inicios ha aglutinado a nuevas y diversas generaciones que han fusionado sus líricas con variedad de géneros musicales. El desarrollo tecnológico ha contribuido a la eclosión de representantes de este movimiento musical en cualquier ciudad, región o territorio. Sus líneas discursivas se erigen como testimonios de la realidad fáctica; son documentos sonoros que preservan la memoria de una generación en conflicto con el sistema y en constante evolución creativa.
En las causas sociales el fragor de la palabra adquiere dimensiones históricas y de compromiso político ante el sistema; el verso, la expresión estética más simple, ha estado allí como en tiempos de aedos y juglares contando y cantando la música de su entorno.
El estallido social que está viviendo Colombia encuentra en el rap y el hip hop un insumo para la creatividad; son extensas las producciones de colectivos y exponentes de este género que han aportado desde su lirismo a la construcción de identidad, resistencia y memoria.
Entre estas expresiones urbanas, vale la pena destacar a Mariana Insurrecta, una estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle que se ha lanzado a las calles, manifestaciones y actos pacíficos, con su lírica empírica, a narrar la indignante realidad colombiana. Tiene 18 años, pero su incursión en el género ocurrió tiempo atrás, en el escenario más crítico y demócrata: el sistema de transportes MIO de la ciudad de Cali. Y aunque alguna moneda se deslizaba en su mano, lo que más la animaba con esta estrategia era compartir el mensaje de indignidad e insatisfacción ante una ciudadanía afectada por las políticas de Estado.
Nació en un pueblo de Antioquia afectado por el conflicto armado, a los 4 años llega a Cali por efectos del desplazamiento forzoso. Creciendo en el barrio Alfonso López conoció las batallas de rap y quedó prendada de su lingüística portentosa. Empezó a escribir sobre problemáticas de su entorno y después se extendió a temas sociales y nacionales, y aunque su primer encuentro con la esencia de esta disciplina ocurrió en un espacio de improvisación, Mariana es una creadora que le apuesta más a la escritura rigurosa e investigativa del fenómeno social. Para ello las noticias y la universidad han sido una gran fuente.
Desde que escuchó a otros universitarios compartir libros y documentación sobre temas sociales, se sintió ilusionada con entrar a la universidad pública y seguir cultivando el pensamiento crítico, de allí que sus líricas florezcan como mecanismo para exorcizar la insatisfacción que le produce habitar en un país que no reconoce ni derechos ni principios demócratas ni sociales.
El pasado 12 de agosto, durante el lanzamiento del Pacto Histórico en Cali, Tercera Órbita abordó a Mariana Insurrecta. Extraemos para uds esa conversación sobre el rap y sus posibilidades como recurso de transformación del pensamiento.
T.O: ¿Qué significa ser rapera y por qué elegiste ser rapera?
M.I. Poco a poco se ha ido acabando ese tabú de que las mujeres no podían rapear y no podían unirse al medio porque era exclusivo de los hombres. Desde allí creo que hay que darle la vuelta a ese pensamiento machista, entonces es necesario decir que las mujeres tenemos voz, podemos hacer nuestras denuncias y participar.
Yo rapeo para denunciar lo que sucede en mi entorno, para generar reflexiones abiertas y dar a conocer de forma artística lo que sucede en este país, en un barrio, en una ciudad, lo que sucede en ocasiones en las familias. Es una forma de denuncia y de protesta.
T.O: Vos haces parte del ciclo académico de la universidad pública, ¿cuál ha sido la injerencia de esa experiencia y cómo integrar ese conocimiento en los escenarios propios del rap como son la calle y el barrio?
M.I: Yo he experimentado ambos bandos. Desde pelada yo no me pensaba en una universidad, y una entra y empieza a ver un montón de terminologías; pero yo uso una terminología que la gente pueda entender, porque mi idea es que entiendan el mensaje y no verme ahí como la gran intelectual diciendo un montón de conceptos, una tiene que ir al punto. Entonces hace parte de un todo, que la academia se unte del barrio y que el barrio se unte de la academia, porque ambos bandos son necesarios. Por eso no hay que desmeritar el trabajo que se hace en el barrio, porque mucha gente lo deslegitima al juzgar que no saben. porque privilegian el enfoque académico y excluyen el conocimiento del barrio. Creo que hay que abandonar esos egos y aprender tanto de la calle como de la academia.
T.O. Cuando haces tu lírica, ¿cómo piensas el objeto de estudio para desarrollar un verso?
M.I. Yo usualmente busco noticias, hago mi análisis sobre las circunstancias, lo proceso, y dependiendo de ello hago una conclusión y lo convierto en un verso. Pero también de situaciones del entorno, yo he experimentado en carne propia lo que es un abuso policial, lo que son los desalojos del ESMAD y diversas situaciones donde aplico esas experiencias propias a los versos.
La lírica empírica
En el rap, a las letras se les denomina líricas, derivan del inglés lyrics, y refieren a la relación entre el individuo y su entorno social. El rap es la expresión urbana de esa relación intrínseca. Por eso en él la crónica se mezcla con la tiradera, que es una forma de expresión del sentimiento propio. No es una combinación ni estructura nueva, la podemos encontrar en los viejos poemas de antiguos clanes y tribus cuando no existían las repúblicas; como en los salmos, los versos sufíes y en los zéjeles, las jarchas y las moaxajas, primeros romances de origen mozárabe.
En aquellas viejas estéticas, como hoy en el rap, quien canta se incluye y se nombra, es un estilo para reafirmar el yo y exponer el delirio de sus emociones al expresarse, de allí que el nivel de dramatismo adquiera ribetes de épica al narrar y tener como objetivo vencer al rival, o al menos dejarlo en evidencia.
En el siguiente fragmento de Mariana Insurrecta se aprecia esta forma estética y referencia eventos como memoria del entorno.
Yo te traigo la lírica
Mi letra es empírica
Yo vine a traerte rap
De forma crítica
Pá que estés consciente
Pá que te despierte
Pá que abras un poquito más tu mente
Yo vengo a hablarte
De las realidades
De cómo matan gente en campos y ciudades
Esto no es mentira
No son falsedades
Día a día matan líderes sociales
Un predicador bitonal, que alterna el ritmo de sus sentencias con inflexiones rellenas de emoción, es quizás el ancestro más reciente del rap. Y es probable que el predicador hubiera aprendido esa monodia de la lectura en voz alta de los textos proféticos de Isaías, en que la voz que habla increpa a su auditorio combinando sus juicios con parábolas y otras narraciones donde podía ceder la voz a un personaje o al propio Señor. Los versos de Isaìas en el siglo VIII A.C, piedra fundamental del judaísmo, contemplan este fundamento discursivo.
Su país ha quedado hecho un desierto
Y arden en llamas las ciudades
En la propia cara de ustedes
Los enemigos se comen lo que ustedes sembraron
Todo ha quedado hecho un desierto
Como Sodoma cuando fue destruìda.
Sión nada más ha quedado en pie
Sola cual choza en medio de un viñedo
Sola cual cobertizo en medio de un melonar
Sola cual ciudad rodeada por el enemigo
Lo único que le falta a Isaías para ser rap es la tiradera, es decir, la afirmación del yo a través de una descripción de la vulnerabilidad y la convicción íntima de quien habla.
Cronista de la crisis
Las letras de Mariana Insurrecta recogen a manera de memoria las consecuencias de la crisis social desencadenada por la legitimación del racismo, el clasismo, la corrupción y la exclusión de lo público en las prioridades de los planes de desarrollo de los gobiernos de los últimos 20 años. Aporta al documento sonoro la evidencia de la masacre de más de 900 líderes sociales asesinados entre 2017 y abril de 2021 en complicidad con los gobiernos de turno; también nos manifiesta el aumento de los feminicidios durante la pandemia: entre enero y noviembre de 2020 reveló un incremento del 9.4% respecto a cifras de años anteriores.
Haré memoria de esto:
Los feminicidios
Que en cuarentena sus cifras han subido
En el momento hay tanto temas que tocar
Que no me alcanzaría
Ni esta pista para hablar (…)
Otro aspecto que evidencia, relaciona el fenómeno presenciado en Colombia durante los meses más rigurosos del aislamiento, cuando con trapos rojos en ventanas se mandaba una señal de auxilio por la falta de alimentos en los hogares. Con esta problemática Mariana es implacable, porque el gobierno imprimió dinero y lo entregó a los bancos, quienes lo usaron para hacer créditos usureros y entregar ayudas de miseria, que en muchas ocasiones, eran reducidas por cobros transaccionales.
La gente muere
Muere de hambre
Y estas fuckin’ ratas se comen todo el fiambre
Me siento triste, acongojada
De ver trapos rojos colgados en ventanas
Con rostros tristes y marginados
Provocados por un delincuente Estado
Y yo no puedo sucumbir ante esto
Dejando a mi gente muriendo en el guetto
Mariana mezcla la crónica de la crisis con la reafirmación de su estilo y su convicción, dejando a la vez testimonio de la relación actual del individuo y el conjunto social que lo rodea. Habla de la estigmatización e infravaloración en que los medios y las esferas dominantes de la sociedad hacen de quienes cuestionan los fenómenos mencionados.
Con este tema yo te pongo a investigar
Para que veas cómo estamos en realidad
Me llaman mamerta
La flaca de la izquierda
Llámame como quieras
Pero yo sigo en la recta
Te hablo claro
Sin censura alguna
Que voy en contra
De esta dictadura
Yo vengo, vengo tirando duro
Y hasta al gobierno lo dejo nulo
Como ellos nos han dejado
Que nos han robado hasta los mercados
Ey, no importa la situación
Aquí predomina la puta corrupción
No, no soy la mejor rimando
Pero sí muy buena en conciencias creando
O cambiando, tú dilo como quieras
Esto yo lo hago con pista o a capella
Vengo con flow
Con el mensaje
Vengo completa
Con todo el traje
Su yo no es un yo escindido de la realidad o de la comunidad a la que pertenece, expresa también el sentimiento de los individuos que componen la resistencia a las prácticas mafiosas que parecen haberse apoderado de lo público, con anuencia de los ciudadanos más influyentes, de aquellos sacan provecho y de quienes creen en la coerción como único método de convivencia.
Prueba de este compromiso es el siguiente rap, inspirado en los tiempos más álgidos del Paro Nacional 2021. Allì se puede rastrear las causas y los efectos de la movilización y cómo fueron las acciones del gobierno para reprimir las manifestaciones sociales, además cierra con la famosa batalla del color acaecida en Cali, cuando la gente de bien se atrevió a censurar con gris los murales y grafitis plasmados en la calle Quinta y la resolución de la gente indignada que se desbordò de nuevo a imprimirles más color y creatividad.
Aquí se aprueban los proyectos para robar
Pero se hunden los proyectos para educar y progresar
Si tú me preguntas que por qué salgo a marchar
Con esta frase te lo acabo de contestar
Esto es sí, un estallido social
Como dice mi gente, a parar para avanzar
Mi gente ha despertado y los ojos no va a cerrar
Por eso que viva el paro nacional
Perdón por incomodar a los privilegiados
Son consecuencia de un abandono del Estado
Y no me mira así, no se quede ahí plantado
Venga conmigo, lucha a mi lado
Y escuche, no le exija al manifestante
Exijale a este funkin’ gobernante
Porque si él nos diera soluciones
Otra sería la letra de mis canciones
Sí, sí, sí él nos diera soluciones
Otras serían mis acciones
Sí, sí, sí él nos diera soluciones
No estaríamos en Cali en marchas y plantones
Pero esto apenas empezó
Vamos todos por lo que el Estado nos negó
Así es, vamos todos los don nadie
Van a pagar, pagarán por nuestra sangre
Y aquí ja, morimos en pie de lucha
Mi tema es pá quien lo sienta y quien los escucha
Sí, sí señor morimos en pie de lucha
Mi tema es pá quien lo sienta y quien los escucha
Nunca más estaremos sometidos
Aguante a los barrios, memoria a los caídos
Nunca más estaremos sometidos
Aguante a los barrios, memoria a los caídos
Por los cuerpos de compas que terminaron heridos
Por los compas heridos o los desaparecidos
En su contra de este gobierno abusivo
En su contra yo, yo he resistido
Y transite pero transite con cuidado
El ambiente en la calle está pesado
Y camine, pero camine con cuidado
O termina desaparecido o asesinado
Como dice La Muchacha
Estas son las tierras de las altas democracias
Como dice La Muchacha
Estas son las tierras de las altas democracias
En la Quinta, si los vuelven a borrar
Con mucho gusto se los volvemos a pintar
En la Quinta, si los vuelven a borrar
Con mucho gusto se los volvemos a pintar
Esto es resistencia por medio del mural
A los cuales no podrán callar
A parar para avanzar
Que viva el paro nacional.
Compartimos con la comunidad orbitante estos videos sobre obra y producción….