Movimiento del sonido nacional de Zambia
En 1964 Zambia conquista su autonomía y cesa su periodo como colonia inglesa. Ante este renovado escenario la nación se entrega a la producción nacional. El cobre como recurso mineral y la música como insumo popular fueron dos de los productos más relevantes.
El presidente Kenneth Kaunda, presente en esta transición, era guitarrista y empezó a impulsar la idea de que el 95% de la música promocionada en emisoras y medios fuera nacional. De esta forma muchas generaciones de músicos jóvenes encontraron en esta estrategia las posibilidades de crear, producir, difundir y promocionar sus obras. Todo marchaba sin tropiezos, pero empezando la década de los 70´s la industria del cobre entró en crisis y quebró, mas no ocurrió lo mismo con la industria musical, que floreció porque alimentó la esperanza y el futuro en tiempos de incertidumbre; además de contagiar de amor propio a sus ciudadanos en tiempos donde se declara opositora al apartheid en apoyo a la libertad en Suráfrica, país con el que comparte fronteras.
Durante más de 15 años la producción musical estuvo atenta no sólo a los cambios políticos sino a las transformaciones del rock como género musical. Al buscar la autenticidad se distanció del high life y el afrobeat, tendencias que marcaban el rumbo continental, para proponer creaciones más arriesgadas que les permitiera deslizarse entre la vanguardia y las fusiones autóctonas.
Casi 50 años después de este movimiento sociocultural, el mundo del sonido observa con admiración este proceso, confirmando con ello que el rock es un solo lenguaje y que máximo existen buenos exponentes; que se hace en cualquier meridiano porque preserva la esencia progresiva, experimental y cierta carga de rebeldía. De allí que el Zamrock o rock de Zambia se convirtiera en el fenómeno más preponderante de África en la gloriosa década setentera y se esté reeditando bajo sellos españoles y chinos.
Compartimos con nuestra comunidad orbitante cuatro de los más notables exponentes de este movimiento.