El pasado 16 de enero de 2025 ocurrió un encuentro notable. Más de 20 profesionales de la música se dieron cita para compartir conocimientos, experiencias e improvisar sobre las exuberantes armonías del jazz.
Flashazos de una noche conversada en jazz.
El jazz es un género, un ritmo, una esencia, una improvisación, una confluencia, una influencia, un estado mental. Cada región o ciudad se ve representada en su propio jazz porque incorpora elementos de su cultura, de esta forma se convierte en un insumo musical transnacional y globalizado.
Cali respira musicalidad en sus cuerpos e intérpretes. Cali es pluriétnica y pluricultural, eso refiere también a una diversidad musical. Parodiando a Andrés Caicedo en su obra Calicalabozo que dice Cali es una ciudad que espera, pero no le abre la puerta a los desesperados, podríamos trasladar ese adagio al mundo del jazz: Cali es una ciudad fecunda en músicos experimentados en el jazz, pero con pocos escenarios para su circulación. Por eso la programación de un evento que incluía a reconocidos artistas de la región para ejecutar jazz, no sólo había que celebrarlo, sino también documentarlo.

Tercera Órbita pasó por allí y recogió testimonios de los productores, músicos invitados y asistentes en torno a la gran noche y preguntó a sus entrevistados… ¿por qué es importante el jazz para una ciudad como Cali? ¿por qué es importante que existan más lugares o espacios para la circulación de este género musical?


Revoloteando como un trompo y recibiendo a los artistas, se hallaba Froyber Maya, director y guitarra líder de la Orquesta Calibre y quien realizó la convocatoria a los músicos, nos ofreció su visión sobre el jazz y sobre esta noche.
Cali es un pueblo jazzero. No lo sabe, pero tampoco es importante que lo sepa. Yo como músico, bailador y rumbero de Cali he sido testigo de cómo la gente a diario se enfrenta al jazz. En las rumbas, en sus fiestas, en su día a día el caleño se enfrenta a música de Eddie Plamieri, Alexander Abreu, Bobby Valentín, todos estos músicos en sus arreglos inundan sus producciones de jazz. Y el público caleño de una manera natural, orgánica, sin tener en un alto porcentaje estudios en música, lo asimila, lo disfruta y lo goza. Por esa razón, tengo la plena certeza de que Cali es un pueblo jazzero y que vive entre nosotros y se lo disfruta de una manera más interesante porque involucra el baile, que es una característica muy especial de Cali. Entonces cuando escuchamos a Machito a Louie Ramírez a Luis Perico Ortíz, estamos escuchando formatos en Big Band de jazz, reducidos en un formato de salsa, pero en esencia es jazz.
Esta noche en particular se dio de un modo muy natural. Nace de otros encuentros que hago en mi barrio los 1 de enero. Hacemos una olla de sancocho fuera de mi casa e invitamos a músicos amigos especialmente, y ahí nació en medio de mi familia. Poco a poco fueron llegando más músicos y eso como que se ha institucionalizado. Entonces la gente espera esa fecha, se ha regado el rumor, el año pasado fue increíble. Este año no pudimos hacerlo en mi casa porque el parche se creció muchísimo, entonces la gente empezó a copiar, pero ya venía un trabajo previo de esa relación con los músicos, que además son mis amigos, quieren tocar y por estas fechas andan por acá en Cali parchados.
Expectantes y animados por la presentación, acomodados entre las mesas, brindaban un par de amigos. Pippo Jazz, reconocido coleccionista y melómano y Juan Gálvez, músico barranquillero de instrumentos de viento. Asistieron para presenciar la gran noche y nos compartieron sus percepciones.
Pippo Jazz: La importancia del jazz es fundamental, y más en una ciudad como Cali, donde podemos encontrar demasiados ritmos. Un establecimiento como en el que estamos en estos momentos, es importante para rescatar y no dejar que esta expresión se muera; estos lugares hay que recuperarlos y apoyarlos. El jazz es para oídos inteligentes, cada cual tiene sus gustos y es respetable. Al punto que he llegado yo, de conocer la salsa desde los 70´s, es una música con criterio, es para oídos exquisitos.
Juan Gálvez: Es importante porque esparce más la cultura del jazz, que es muy poco conocida y difundida. La gente consume más música popular, el jazz es muy desplazado, entonces hay que cultivar más ese género, hacer más encuentros, hacer más eventos como este para generalizarlo más. El jazz varía mucho de una presentación a otra, de un estilo a otro, en cambio la música popular es siempre como lo básico, como lo mismo. En el jazz se puede esparcir más el conocimiento de la música, lo enriquece más.

Degustándose un refresco y muy efusivo saludaba a la concurrencia Frank Sánchez García, docente universitario, guitarrista, director de Boga Trío y Tripping Point, bandas que exploran el jazz con elementos autóctonos de la región Pacifico e integrante del Combo Datura, banda que experimenta con un sonido que han denominado Guaguansurf. Nos entregó sus apreciaciones en torno al jazz.
En la ciudad de Cali, específicamente hablando, se ha desarrollado de alguna manera una estirpe de identidad con la llamada salsa. Entonces vamos al punto: salsa igual al latin jazz, igual a Machito a Pepe Grillo, igual a Charlie Parker, y sigo yendo para atrás y retrocedo en el tiempo hasta un precursor del jazz como Duke Ellington y la ciudad de New Orleans. Importante porque Cali está situada en un punto clave del desarrollo cultural afromusical por medio del Pacífico colombiano. Un tío mío le hizo alguna vez una entrevista en España al famosísimo y ya desaparecido Bebo Váldez, él le expresó que le pusiera cuidado a lo que se está desarrollando en el Pacífico, más allá de lo que hay en la estructura afromusical e indígena y de la cumbia del Atlántico. Que hay algo que está pasando que tiene unas cercanías directas con el jazz. Entonces para mí es importante que el jazz siga difuminándose en esta ciudad, que los creadores que estamos forjando producción, ya sabemos que no se va a salir victorioso dentro del esquema industrial de la música actual, pero sí en la historia sonora de la ciudad y sobre todo de los músicos que estamos forjando algo en la estructura del jazz. De esta noche se puede esperar algo súper intenso, súper creativo, algo de degradación de colores sonoros, puesto que tenemos un encuentro de amigos, primero que todo, que están surcando la escena del jazz literalmente desde New York, como es el caso del maestro Hollman Álvarez, gran maestro, mi maestro también en composición y gran amigo desde el barrio Salomia; crecimos juntos y estamos hoy reunidos. Yo creo que puede salir algo hermoso, disruptivo y progresivo. El lugar está muy lindo, no sé si nos vamos a degradar mucho (risas) en la progresividad, vamos a ver qué pasa porque tenemos también a Víctor González el pianista del Grupo Niche, a Froyber de Cali de la Orquesta Calibre, a Julián Naranjo que viene desde la cumbia progresiva en Los Micotrópicos y también del rock y el punk; es una escena bastante diversa y esperamos severa gozadera. Y claro, por supuesto son cada vez más necesarios espacios para el jazz en Cali, se ha notado que de alguna manera a Cali la han dibujado con unos patrones muy específicos y desafortunados que es la salsa y Cali – salsa, y sí, pero no. Para ponerte un ejemplo rápido, desde que yo era niño en las ferias de Cali veía algo que se llamaba como las ferias juveniles donde había rock and roll, Cali tiene una escena grande en este género, pero se ha visto perjudicada por la expresión de que “Cali es sólo salsa” y eso ha sido perjudicial para los músicos y la escena del jazz, porque literalmente lo han ido llevando a la extinción.

Hollman Álvarez, docente universitario, pianista y músico de jazz residente en New York, nos expuso su valoración sobre el jazz y la ciudad.
Más que un estilo, el jazz es como una plataforma donde todo mundo cabe, donde todo el mundo entra, y es lo que da la improvisación. Es importante este tipo de espacios porque músicos de varios background´s de la música caleña se van a encontrar a compartir sin prejuicio, yo creo que eso es lo lindo de estar aquí en Cali, ver que hay gente diferente y que va a intentar hacer música desde lo que nos salga del corazón. La salsa y el currulao son fuertes, eso es muy bueno, simplemente el jazz es una cuestión que nosotros no tenemos como tradición, no lo escuchamos en las casas, entonces hace falta más exposición.
A la convocatoria y encuentro también se sumó Alexis Play, reconocido artista a nivel nacional. Aquí sus impresiones.
Cali sin duda es un lugar donde vivimos muchos músicos jóvenes y de mucha experiencia. Nos reunimos siempre que es posible para hacer jam e improvisación para que la música viva, camine y siga vibrando aquí en la ciudad. Siempre se necesitan más espacios, siendo una ciudad tan musical que ha vivido tanto de la música y la rumba. Siempre se necesitan más espacios para los músicos y la música en vivo.

Al espacio acudió para seguir cultivando esa vieja alianza de la humanidad con la música el bajista venezolano Luis Ángel Pérez, nos compartió sus percepciones sobre la música y la noche.
El jazz es una expresión musical que permite que los músicos exploren, se suelten, aprendan, se comuniquen y tengan la oportunidad de tocar con otras personas que probablemente en otros sectores o en otras situaciones no podrían hacerlo. Hay un intercambio intelectual y cultural, porque la manera en que cada persona interpreta una canción es diferente. Yo puedo tocar el mismo instrumento, nacer en el mismo lugar, pero las interpretaciones de un mismo tema son diferentes porque cada uno le pone su esencia. Además, el jazz tiene algo mágico y es que es un arte efímero en su ejecución, vivirlo y estar allí te hace una persona privilegiada porque vas a vivir un momento que más nunca se va a volver a repetir, porque esa nota en ese compás sonó una sola vez y más nunca la vas volver a escuchar como en ese momento.
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El jazz ya cumplió su ciclo de ser una música mainstream, nació en Estados Unidos y en su momento fue una música popular, trascendió, fue evolucionando, fue cambiando y se volvió como más de nicho. Independientemente de que no sea un género escuchado por las masas, es un género que influye y estimula a toda la música popular que hoy escuchamos, al igual que la música clásica. John Coltrane en sus entrevistas decía que buscaba sus frases en la música clásica porque era la música que había antes, entonces el jazz se convirtió en nuestra música clásica, adonde vamos a buscar recursos para transformarlos y hacer música cada vez más contemporánea.

También se sumó a la mágica noche la bajista Daniela Vergara, integrante Las guaracheras y de Curao, trío de jazz. Después de bajar de tarima nos compartió sus sensaciones.
Es un espacio y un género importante para desarrollar habilidades como la improvisación. Más allá de un género, es un lenguaje que se ha desarrollado para improvisar y jugar sin previo ensayo, es importante esa repentización que se genera en los músicos a partir de ese junte de ideas y lenguajes que podemos crear en vivo. El jazz es música popular y el desarrollo de esa habilidad, como callejera, de crear en momentos inesperados, es algo que desarrollan los populares y no tanto los académicos. Quisiera resaltar que esta noche faltó una cuota femenina más alta, deberíamos apostarle más a eso para que haya también más espacios para mujeres.

Querido Franky, gracias por ese reconocimiento y la invitación… Nosotros también nos sentimos muy complacidos por el toque y la oportunidad que nos gestionaron para documentarlo.
Gracias por tremenda reunión Froyber y a Juanito Funki por reportar esta gran información que nos brindan a nosotros el publico que orbita por Cali y la Tercera órbita.
Gracias
Att: Frank Sánchez García