La epopeya de la independencia de Colombia contiene pocos nombres de mujeres y mucho menos se exponen luchas feministas. Esta es la historia de una de ellas.
La llamada del fantasma
Ana María Díaz Collazos, 2022
Panamericana editora, 189 pp.
Ilustraciones de Óscar Soacha
ISBN: 9789583064913
Temas transversales: Literatura infantil, historia de Colombia, novela, fantasía, fatasía, política, pintura,
Ana María Díaz Collazos es una lingüista interesada en la relación entre lengua y sociedad. Estudia la historia y evolución del español en relación con los cambios sociales. También le gusta explorar el problema del uso del idioma en comunidades bilingües. Tiene una Maestría en Lingüística Española del Instituto Caro y Cuervo. Es candidata a doctorado en Lingüística Hispánica de la Universidad de Florida. En su tiempo libre, escribe novelas cortas para niños y ha publicado libros.
Ana María Díaz Collazos explica en un apéndice de su libro que las leyendas contienen un simbolismo relacionado con el contexto social e histórico, y que son manifestaciones de situaciones históricas de mucho dolor que nunca se resolvieron (…) en el imaginario colectivo. La llamada del fantasma es la historia de Emma, una niña que responde a las señales de un grupo de almas en pena. Como todas las almas en pena, estas mujeres de principios del siglo XIX necesitan resolver un doloroso asunto, simple, desapercibido, que ha determinado el destino de nuestra nación: el enigma del medallón de Magdalena Ortega. La epopeya de la independencia contiene pocos nombres de mujeres y no es raro que aparezcan deslucidas o culpables como es el caso de las hermanas Ibañez, hermosas ocañeras que fueron objeto de la pasión de Bolívar, Santander, Antonio Caro y Jose Ignacio de Márquez para limitarnos a lo que Martha Bossio de Martínez plasmó en el guión de la miniserie de 1989.
Según dice la leyenda, la disputa entre Santander y Jose Ignacio de Márquez por el corazón de Nicolasa Ibáñez dio origen al partido liberal y conservador. Pero el proceso de independencia tuvo otros rostros femeninos recogidos en La llamada del fantasma, novela diseñada para la lectura juvenil pero también universal. Emma es guiada por un arriero que lleva a una niña en el lomo de un buey hacia el colegio La Enseñanza, fundado por Clemencia Gértrudez de Caycedo y Vélez en 1783 en el barrio La Candelaria de Bogotá. Dicho colegio femenino no se limitaba a enseñar las artes domésticas, ahí las mujeres aprendían materias prohibidas para ellas como los asuntos de la vida política, del arte y de la literatura. Las maestras que ahí impartían clases contravenían los valores más entronizados de la naciente sociedad colombiana, la cual eventualmente hizo estallar escopetas para recuperar la tradición, la familia y la propiedad.
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En 1791, la escritora Olympe de Gouges había publicado en París su Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, en respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y el ciudadano aparecido 1789 en el que no aparecía la mujer ni por error. Tanto Nicolás Concordet como la baronesa Etta Palm d’Aelders apoyaron la iniciativa de Olympe de Gouges y crearon la Sociedad Patriótica y de Beneficiencia de las amigas de la Verdad que sólo admitía mujeres. Igual que en Colombia, las peticiones de la mujeres fueron desoídas en ese momento, pero la lucha no terminó, al contrario, la traducción de Antonio Nariño inspiró los mismos reclamos en América. Las maestras de La Enseñanza fueron quizás las mujeres más liberadas de su época, reunieron en el colegio no sólo a 25 niñas de la élite del Nuevo Reino de Granada, sino también a otras 250 niñas del pueblo, con lo que desafiaban no sólo los convencionalismos sobre la mujer sino también los de la exclusión social.
La traducción de los Derechos del Hombre y el ciudadano (1793) le valió a Antonio Nariño la cárcel y el exilio durante 16 años (1794-1810). En ese lapso de tiempo, Joaquín Gutiérres pintó a la esposa del prócer, la señora Magdalena Ortega con su hijo en brazos. Un siglo y medio después, en 1973, durante una restauración del cuadro que se encontraba en el museo 20 de Julio, también conocido como la casa del florero, se descubrió que el pañolón negro que Magadalena lucía en su cuello había sido pintado sobre el retrato original y ocultaba un medallón en el cual se retrataba a un hombre que no era Nariño. Carmen Ortega Ricaute, directora del museo, planteó en 1995, el rostro del medallón correspondía a Jorge Tadeo Lozano (dicho sea de paso, sobrino de las hermanas Ibáñez) y que probablemente la niña que reposa en las piernas de Magdalena (Mercedes) no era hija de Nariño, si no de Jorge. Esto desató la indignación de los sectores más conservadores del pensamiento nacional, mostrando una vez más el fondo misógino y retardatario de nuestra cultura.
A pesar de que la lucha de las mujeres por su emancipación ha resistido todos los reveses y es quizá la más antigua lucha trasnacional de la historia, ha sido también la más ignorada. La lista de heroínas de la independencia, que terminaron torturadas fusiladas, no se reduce a Manuela Beltrán y a Policarpa Salavarrieta. Casi nadie recuerda por ejemplo el episodio de la señora virreina acribillada a tomatazos por las mujeres del mercado cuando la dignataria pretendía ir de compras como si nunca se hubiera declarado la independencia de España, lo cual ocasionó el encarcelamiento de la doña Maria Francisca Villanova esposa del virrey Amar y Borbón, aunque luego las mujeres de la élite hayan exigido su libertad, como finalmente ocurrió para que tanto virrey como virreina salieran chonteados hacia su natal España.
La llamada del fantasma es una novela de fantasía en que Emma pasa del mundo real al mundo de las mujeres de la independencia, las que iban al colegio La Enseñanza y aprendían las cosas que estaban reservadas solo a los hombres de su época. El enigma que debe resolver Emma pone al lector en contacto con la historia de las mujeres en la independencia pero también nos habla del valor de las leyendas y del terror en nuestra gesta de liberación. ¿Qué es lo que verdaderamente hay en el misterioso medallón de Margarita Ortega y qué es lo que lo que eso significa? Ana María logra que esta entretenida narración, ostente tintes de novela policiaca y terror gótico.