Cinco poemas de amor diverso

medusas

Cinco poemas para celebrar el amor en diez formas distintas. Una selección que puedes ampliar escribiéndonos los tus poemas o los que te gusten en los comentarios.

CONTIENE UNA FANTASÍA CONTENTA CON AMOR DECENTE

Sor Juana Inés De la Cruz

(Soneto)

Detente, sombra de mi bien esquivo,
imagen del hechizo que más quiero,
bella ilusión por quien alegre muero,
dulce ficción por quien penosa vivo.

Si al imán de tus gracias atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
¿para qué me enamoras lisonjero,
si has de burlarme luego fugitivo?

Mas blasonar no puedes satisfecho
de que triunfa de mí tu tiranía;
que aunque dejas burlado el lazo estrecho

que tu forma fantástica ceñía,
poco importa burlar brazos y pecho
si te labra prisión mi fantasía.

Apogeo Sonoro

CANCIÓN DE AMOR SINCERO

Raúl Gómez Jattín

Prometo no amarte eternamente,
ni serte fiel hasta la muerte,
ni caminar tomados de la mano,
ni colmarte de rosas,
ni besarte apasionadamente siempre.

Juro que habrá tristezas,
habrá problemas y discusiones,
y miraré a otras mujeres,
vos mirarás a otros hombres;
juro que no eres mi todo
ni mi cielo, ni mi única razón de vivir,
aunque te extraño a veces.

Prometo no desearte siempre
a veces me cansaré de tu sexo
vos te cansarás del mío
y tu cabello en algunas ocasiones
se hará fastidioso en mi cara.

Juro que habrá momentos
en que sentiremos un odio mutuo,
desearemos terminar todo y
quizás lo terminaremos.

Mas te digo que nos amaremos,
construiremos, compartiremos.
¿Ahora sí podrás creerme que…
te amo?

BARRO DESNUDO

Hugo Mujica

 

Como lo abierto acoge al viento

la vida a cada hombre

hay que albergar sin retener

tener sin cerrar la mano

solo así lo que va,

regala lo que al irse abre.

VUELVE

Constantino Kavafis

Vuelve a menudo y tómame,
amada sensación, vuelve y tómame
cuando despierta del cuerpo la memoria,
y un antiguo deseo atraviesa la sangre,
cuando los labios y la piel recuerdan,
y sienten las manos que acarician de nuevo.

Vuelve a menudo y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan…

EL FUTURO
Julio Cortázar
 
Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle, en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado, ni en el gesto
de elegir el menú, ni en la sonrisa
que alivia los completos de los subtes,
ni en los libros prestados ni en el hasta mañana.
 
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes o una blusa.
Me enojaré, amor mío, sin que sea por ti,
y compraré bombones pero no para ti,
me pararé en la esquina a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles y de puentes.
No estarás para nada, no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.

La ñapa

Defiende que amar por elección del arbitrio, es sólo digno de racional correspondencia

Sor Juana Inés De la Cruz

(Décima)

Al amor, cualquier curioso
hallará una distinción;
que uno nace de elección
y otro de influjo imperioso.
Éste es más afectüoso,
porque es el más natural,
y así es más sensible: al cual
llamaremos afectivo;
y al otro, que es electivo,
llamaremos racional.

Éste, a diversos respectos,
tiene otras mil divisiones
por las denominaciones
que toma de sus objetos.
Y así, aunque no mude efectos,
que muda nombres es llano:
al de objeto soberano
llaman amor racional;
y al de deudos, natural;
y si es amistad, urbano.

Mas dejo esta diferencia
sin apurar su rigor;
y pasando a cuál amor
merece correspondencia,
digo que es más noble esencia
la del de conocimiento;
que el otro es un rendimiento
de precisa obligación,
y sólo al que es elección
se debe agradecimiento.

Pruébolo. Si aquél que dice
que idolatra una beldad,
con su libre voluntad
a su pasión contradice,
y llamándose infelice
culpa su estrella de avara
sintiendo que le inclinara,
pues si en su mano estuviera,
no sólo no la quisiera,
mas, quizá, la despreciara.

Si pende su libertad
de un influjo superior,
diremos que tiene amor,
pero no que voluntad;
pues si ajena potestad
le constriñe a obedecer,
no se debe agradecer
aunque de su pena muera,
ni estimar el que la quiera
quien no la quiere querer.

El que a las prensas se inclina
sin influjo celestial,
es justo que donde el mal,
halle también medicina;
mas a aquél que le destina
influjo que le atropella,
y no la estima por bella
sino porque se inclinó,
si su estrella le empeñó,
vaya a cobrar de su estrella.

Son, en los dos, los intentos
tan varios, y las acciones,
que en uno hay veneraciones
y en otro hay atrevimientos:
tino aspira a sus contentos,
otro no espera el empleo;
pues si tal variedad veo,
¿quién tan bárbara será
que, ciega, no admitirá
más un culto que un deseo?

Quien ama de entendimiento,
no sólo en amar da gloria,
mas ofrece la victoria
también del merecimiento;
pues, ¿no será loco intento
presumir que a obligar viene
quien con su pasión se aviene
tan mal que, estándola amando,
indigna la está juzgando
del mismo amor que la tiene?

Un amor apreciativo
solo merece favor,
porque un amor, de otro amor
es el más fuerte atractivo;
mas en un ánimo altivo
querer que estime el cuidado
de un corazón violentado,
es solicitar con veras
que agradezcan las galeras
la asistencia del forzado.

A la hermosura no obliga
amor que forzado venga,
ni admite pasión que tenga
la razón por enemiga;
ni habrá quien le contradiga
el propósito e intento
de no admitir pensamiento
que, por mucho que la quiera,
no le dará el alma entera,
pues va sin entendimiento.

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