En Órbita

¿Quieres contar una historia y no sabes cómo narrarla?

Máquina de escribir

Existen técnicas simples para llevar a cabo un proyecto literario y convertir una anécdota simple en un texto que asombre.

La publicación del Curso de lingüística general en 1916, transcripciones de las clases que Ferdinand de Saussure dictó en la Universidad de Ginebra en sus últimos años de vida y que fueron recopiladas por su estudiantes, creó un movimiento que recibió el nombre de Estructuralismo lingüístico. Básicamente, Saussure consideraba que la lengua es un sistema cuyas partes se definen por su relación con las otras partes, como un ecosistema.

El sistema de Saussure propone que una cosa es el signo, la parte visual y sonora de la lengua, y otra el significado, la parte que ocurre en nuestro cerebro cuando vemos un signo. Por ejemplo, la nube gris del cielo es un signo y el significado sería lo que la mayoría de nosotros concluiríamos al verla: va a llover.

De esta separación nace más tarde otra disciplina enfocada en el estudio del significado de los signos y cómo estos ocurren en nuestro cerebro, aunque no fisiológicamente, que sería la labor de la neurología, sino cómo los significados se asocian: la semiótica.

El estudio de la semiótica derivó en muchas ramas, una de ellas creada por Tzvetan Tororov, A. J. Greimas y Gérard Genette. La narratología se ocupó de la semiótica de los relatos literarios, concluyendo que también en la literatura había estructuras y que era posible encontrar el ADN de toda obra clásica. 

Estos documentos dieron relevancia a los de Vladimir Propp, publicados en 1928, y a los de Claude Levi-Strauss, en los 60´s, quienes proponían igualmente a principios del siglo XX, que los cuentos de hadas y los mitos responden a una estructura; es decir, que se pueden identificar las partes constitutivas de un relato, así como el ser humano se compone de agua y carbono, pero son las relaciones que se establecen entre esas partes las que dan la sensación de singularidad a cada individuo.

Strauss, por ejemplo, planteaba que todo mito estaba hecho de mitemas -historias arquetípicas- que podían encontrarse en relatos de pueblos lejanos que nunca tuvieron contacto, como es el caso comprobado del diluvio y el arca, relato que podemos encontrar en pueblos amerindios, africanos y asiáticos, así como en los mesopotámicos. Autores más modernos derivan de la narratología la teoría de los géneros y otras muchas técnicas que han dado lugar a programas computarizados capaces de crear una obra literaria.

Aprender algunas de estas técnicas allana muchos de los temores que surgen cuando se trata de escribir un relato. A partir de la anécdota, es posible decidir qué forma tendrá el relato, cuál es el género que debería explorar, cuál el narrador y sobre todo, cuál será la mejor voz y su tono. 

Si te interesa por favor contáctanos.

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