Una película sobre Hipatía, la Biblioteca de Alejandría, y la eterna lucha de clases que desestabiliza nuestras sociedades
Como homenaje a los adelantos que la antigüedad le debe a la biblioteca de Alejandría, Alejandro Amenábar usó parábolas, grúas y movimientos que evocan a Pitágoras, Aristarco de Samos, Ptolomeo y por supuesto a Hipatía. No es un documento histórico, pero sí resume los conflictos y el pensamiento de los siglos que rondaron una de las muhas destrucciones que sufrió la biblioteca más importante de todos los tiempos.
Por Luis Miranda Echeverry
En un momento de la película Hipatía deja que su esclavo Davo explique el sistema de Ptolomeo con un artefacto de su invención. La tierra en el centro y las estrellas errantes girando alrededor de ella. Pero al mismo tiempo girando en círculos alrededor de otro eje inexplicable, pero que a su vez explicaba el extraño movimiento de retroceso que hacen los planetas: los epiciclos. Uno de los aprendices concluye que el creador debió consultarlo a él antes de crear el universo, pues todo habría sido más perfecto si hubiere hecho un solo círculo y no dos. Otro aprendiz lo increpa por ofender a su Dios. En esta escena de aula están todos, los cristianos, los paganos y el esclavo, que acababa de explicar mejor que ellos el sistema geocéntrico que regía la astronomía. .
Aristarco de Samo también había abordado el misterio del movimiento de las errantes y había propuesto un modelo heliocéntrico que un poco más adelante el mismo Davo cuestiona: si la Tierra se mueve, las cosas que caen deberían quedar atrás, como cuando uno deja caer una piedra desde una carreta que va en camino; y el viento siempre vendría desde adelante y nunca desde atrás. Hipatía vuelve a consentir a su criado, tenía sentido su cuestionamiento, pero ella intuye que el movimiento de la tierra no tiene por qué afectar la caída de los objetos o la procedencia del viento.
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En la segunda mitad de la película, Hipatía sube a un barco con uno de sus estudiantes para probar que el planeta Tierra puede estarse moviendo sin que eso afecte los objetos que caen y el viento. Cuando la embarcación ha llegado a cierta velocidad, la profesora le pide a otro de sus criados (Davo ha dejado de ser esclavo y se ha convertido a la hermandad cristiana) que suba a la gavia y deje caer un pesado costal. Si su antiguo criado tuviera razón, el costal caería a unos metros del mástil. Si su intuición fuera correcta, el costal caería en línea recta junto al mismo. Su intuición era acertada.
La Hipatía de Alejandro Amenábar pasaba los días y las noches tratando de descifrar el misterio de las estrellas errantes, la única manera de que el sistema heliocéntrico de Aristarco de Samos funcionara, era que el sol no estuviese en el centro, como el rey de las estrellas, como Serapis o como el Dios de los cristianos, sino que estuviese desplazado del centro, y un centro vacío, dice Hipatía – rompe el corazón-. Habría que abandonar el círculo, esa figura perfecta, divina, y eso era inaceptable hasta para ella.
Entre tanto, en las calles, los cristianos sacuden el modelo social. Desean destruir el rancio abolengo que dominaba Alejandría desde su fundación. Los esclavos sintieron simpatía por este proyecto y hasta Davo abraza la cruz con tal de reivindicar su humanidad, su libertad. En otra escena, miembros de la legión le preguntan a Davo si cree que la tierra es plana o redonda. A pesar de conocer la teoría de Ptolomeo, el liberto responde: son cosas que solo Dios sabe.
Mientras Hipatía se esfuerza por cambiar el paradigma con que la ciencia de su tiempo concibe el universo, los cristianos luchan por contrarestar el balance del poder. Roma ordena que los cristianos entren a la biblioteca para vengar la lapidación de muchos fieles en una emboscada, que a su vez era la represalia por una masacre perpetrada por la legión cristiana en la misma ágora. En el fondo, la lucha era una batalla por el poder, originada en la opresión de la aristocracia Alejandrina, un pulso de clases que desembocó en el primer incendio de la biblioteca más importante de la antigüedad.
En esa biblioteca Euclides construyó la geometría que aún usamos para los asuntos banales; Apolonio de Pérgamo agotó todo lo que se puede decir de la hipérbole, la parábola y la elipse; Herón de Alejandría construyó los primeros juguetes mecánicos y escribió el primer tratado sobre autómatas; Claudio Ptolomeo propuso el sistema geocéntrico e inventó la astrología; Erastótenes calculó la circunferencia de la Tierra; Aristarco de Samos propuso el sistema heliocéntrico; Herófilo de Calcedonia afirmó que era el cerebro y no el corazón el responsable del pensamiento; Dionisio y Aristarco de Tracia inventaron los signos de puntuación; fue ahí que 72 sabios curaron y tradujeron lo que hoy llamamos la Biblia. La biblioteca no solo es un almacén de conocimiento, es una fábrica del mismo.
El saber, sin embargo, no es la cura de la codicia ni de la sed de poder. Los cristianos fanáticos, auspiciados desde Roma, saquearon la biblioteca y luego pidieron la cabeza de la única mujer no sometida a ningún hombre, con antecedentes de bruja y contraria a la religión verdadera. La ficción de Amenábar introduce un romance imposible entre Davo, el criado manumitido, y la filósofa, para darle un final menos cruel a la pensadora más importante de su época.
Amenábar ha dicho que fue Carl Sagan quien revivió la memoria de Hipatía para su generación, y relacionó su muerte con la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, muy poco referenciada en los libros de historia: la que perpetraron los fanáticos cristianos en el siglo V. Los movimientos de cámara evocan el movimiento de los planetas que obsesionaba a la filósofa.
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un post bien escrito y fácil lectura, que gustazo leer
así, gracias administrador.
Muy buena reseña. El análisis social arroja una luz nueva para mi a la película. Ese aspecto recuerda que el conocimiento es un producto social también y que en su construcción muchos elementos sociales, económicos, morales, entre otros, juegan un rol fundamental. Los descubrimientos de hipatia estuvieron ocultos por un largo periodo… Cuántas veces ahora se habrá repetido en la historia?